Con respecto a los procedimientos médico-estéticos, se observa un crecimiento exponencial en el número de casos de intrusismo profesional reportados, esto constituye un problema de salud pública.

En la actualidad, se observan episodios de dentistas, enfermeras, veterinarios, esteticistas, farmacéuticos, entre otros, publicitando la supuesta realización de procedimientos como la aplicación de toxina botulínica o ácido hialurónico en toda la región facial, sin ningún pudor. Esta ausencia de vergüenza también se extiende a los procedimientos corporales.

La falta de visibilidad de este problema conduce a un sentimiento generalizado de impunidad, a una peligrosa comprensión de que se trata de una situación aceptable y libre de riesgos para los pacientes y a una percepción errónea de que este tipo de situaciones son normales, cuando en realidad son hechos críticos que ponen en peligro la salud y, en ocasiones, la vida de quienes se someten a este tipo de procedimientos.

Es por ello que, en AMEPA nos unimos a la campaña #STOPINTRUSISMO, promovida por la Sociedad Portuguesa de Medicina Estética (SPME) y la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), dirigida a la sociedad civil, con el fin de alertar a la población del peligro de que estos procedimientos sean realizados por no médicos.