Cuando hablamos de huella estética positiva nos referimos a la que se produce por la regeneración de los tejidos cutáneos, ocasionados por el efecto buscado con las inyecciones estéticas. En estos casos, los profesionales ‘guían’ a la piel atendiendo a las necesidades de cada paciente, logrando unos resultados positivos y naturales en el largo plazo.
En cuanto a la huella estética negativa, se trata de las consecuencias no deseadas en el rostro por la utilización de exceso de producto, que éste sea de baja calidad o que se produzca una mala aplicación. Este residuo provoca cambios en el rostro, modificando los parámetros faciales, que suelen ser indeseados e incluso irreversibles.
¿CÓMO EVITAR LA HUELLA ESTÉTICA NEGATIVA? Lo más importante es acudir a clínicas estéticas especializadas y certificadas, que trabajan con materiales de la mejor calidad aplicados por Médicos idóneos.
Fuente: seme.org